Un buen técnico español que dirigió en Inglaterra me dijo una vez que allí los partidos sólo se juegan a ida y vuelta. Es un intercambio de golpes constante.
Ganar en el fútbol es lo más difícil, sobre todo cuando uno no acostumbra a hacerlo. Por eso hay tan pocos ganadores del Mundial. Entrar en ese selecto club es muy complicado.
A Bélgica le cogimos tirria cuando en el 86 eliminó a España con aquel penalti fallado por Eloy Olalla...
"Nunca un equipo ganará un Mundial por el balón parado", llegó a decir Sampaoli hace unos meses, ante el temor de que su equipo fuera débil ahí.
Por fin el delantero del Atlético fue el líder de una Francia tremendamente entera, capaz de entender el partido según iba mutando.
La maravillosa mística del Mundial descubre mejor que ningún otro torneo que el fútbol es un deporte colectivo, no individual...
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