Un matrimonio se encontró el jueves por la mañana a Ane Santesteban tumbada boca abajo en medio de un charco de sangre, inconsciente. Su bici presentaba las rozaduras típicas del choque contra un vehículo o el asfalto, pero estaba apoyada en unos arbustos junto al bidegorri (carril para peatones y ciclistas) paralelo a la avenida Gabierrota de Rentería, localidad de la deportista. Es decir: los indicios apuntan a que fue atropellada por un conductor que huyó sin prestarle socorro, aunque sí invirtió su tiempo en retirar la bicicleta de la calzada.

Según informó El Diario Vasco en su edición de este viernes, quedó ingresada en el Hospital Donostia, donde pasó la noche en la Unidad de Cuidados Intensivos, en observación. Se descartaron lesiones graves (sufrió un fuerte golpe en la cabeza y le dolían las muñecas), y la propia Santesteban escribió un mensaje tranquilizador a través de su cuenta de Twitter: “En unos días, todo esto se convertirá en un susto y volveré a pedalear con más ganas y más fuerza que nunca. Muchas gracias”.

Los primeros atestados policiales señalan que circulaba correctamente sobre las 10:10 horas, cuando le grabaron unas cámaras de vigilancia. Después, las incógnitas, ya que Ane no recuerda nada de lo ocurrido. Se ha abierto una investigación y se solicitan testigos. La Guardia Civil colgó un tuit, con un enlace a la noticia publicada en as.com, para pedir la colaboración de los ciudadanos: “A Ane Santesteban, corredora olímpica, le arrollaron cerca de Rentería, Guipúzcoa. ¿Sabes quién fue? Llama al 062 o al 112”.

Mientras, las muestras de cariño, y de denuncia, se han sucedido en las redes sociales. El mensaje de Alejandro Valverde resumió el sentir del colectivo ciclista: “Atropellan a Ane Santesteban, le dejan inconsciente y se dan a la fuga. Basta. Necesitamos que nos respeten en la carretera”. Al margen de las pesquisas sobre el culpable, está en manos de las instituciones modificar el Código Penal para endurecerlo.

Sigue la narración de la Etapa 3 de Volta Catalunya 2017