Precio fijo y depositado en la Liga

Precio fijo y depositado en la Liga

Empieza a circular entre la gente de la Liga Profesional una propuesta para huir de los representantes. Consistiría en lo siguiente: el que tenga jugadores transferibles, que lo comunique en la Liga, junto al precio en que lo tasa. El que quiera comprar jugadores, tendrá así la posibilidad de consultar en la Liga qué es lo que hay en el mercado y a qué precio. Es una fórmula parecida a la que se utilizaba en Italia en los sesenta, el calciomercato, una especie de bolsa de verano que se instalaba en un hotel de Milán al que todos iban a comprar y a vender.

Aquello se suspendió porque resultaba humillante para los jugadores. Sus nombres, junto al precio de la cotización, que podía variar de día en día a más o a menos según las ofertas que sobre ellos hubiera, aparecían en un gran panel, en el salón del hotel habilitado para el caso. Era hacer demasiado explícito que seres humanos se estaban convirtiendo en mercancía. La fórmula que ahora se sugiere en España podría tener sobre aquella la ventaja de la discreción. No habría un panel vistoso, sino sólo un registro de nombres y precios en la Liga.

Merece la pena considerarlo. Permitiría saltar la maraña de representantes que se interponen ahora en todas las operaciones. Aún quedaría el agente del jugador, con el que hay que negociar luego la paga del mismo, pero borraría del mercado a mucho intermediario decididamente golfo que no hace más que encanallar el negocio y provocar permanentes fugas de dinero. Los intermediarios se han convertido en células cancerígenas que se reproducen a toda velocidad y amenazan el sistema. Toda medida para combatirlos merece ser estudiada con simpatía.