¿Es imaginable un Mundial sin Brasil?

"Resulta difícil de creer, pero puede ocurrir que al próximo Mundial no acuda Brasil. El nuevo modelo de clasificación de un grupo único en Suramérica se le ha atragantado. Brasil es ahora mismo cuarto, el puesto límite para ir o quedarse fuera, pero con los mismos puntos que el quinto, Uruguay, y sólo dos más que Colombia, sexta. Una posición incómoda, que no le permite más fallos. Si termina quinto, aún tendrá derecho a una poco honrosa repesca, con el vencedor del grupo de Oceanía, Australia. Si es sexto, quedará inapelablemente fuera.

"¿Es eso posible? Brasil nunca ha faltado a un Mundial. Es el único equipo que puede presumir de haber estado en todas las ediciones, desde la ya lejanísima de 1930. Ha sido campeón cuatro veces pero, sobre todo, ha sido, al menos desde 1950, la selección de más reclamo, la favorita, el referente. A buen Brasil, buen Mundial. A mal Brasil, mal Mundial. Pero un mal Brasil lo menos que conseguía era acabar cuarto en el campeonato. Ahora es cuarto en el grupo de clasificación suramericano después de trece partidos y a falta de cinco. ¿Es que ya no dan jugadores?

"Claro que los dan. Basta con mirar a nuestro campeonato, donde están Rivaldo y Roberto Carlos. El talento natural del jugador brasileño sigue siendo superior. ¿Entonces? La explicación está en el terrible desorden que se ha apoderado de esta selección desde que vendió su alma a la dichosa multinacional americana. El equipo de todos se ha convertido en triste instrumento publicitario de una marca de ropa deportiva. Los seleccionadores se suceden vertiginosamente. El equipo se parece a Brasil, pero no es Brasil. El amor ha dejado paso al marketing.