"Ante la inminente llegada de Zidane se repite estos días un debate tan viejo como el fútbol profesional: ¿vale tanto un futbolista? ¿Se puede pagar una enormidad así por los derechos federativos de un solo jugador? España ya se escandalizó seriamente cuando Zamora vino del Español al Madrid en 1930 por 150.000 pesetas de las de entonces, que eran una fortuna. También cuando Luis Suárez se fue al Inter de Milán por veinticinco millones, treinta años después. O cuando Cruyff vino al Barça, en 1974, por cien millones. Y está reciente lo de Ronaldo.

"¿Recuerdan? Fue hace cinco años y costó 2.500 millones. Parecía el colmo de las chaladuras. Ahora se paga eso por un lateral derecho apañadito. Pero volvamos a la pregunta: ¿vale Zidane 11.500 millones? El valor de cualquier cosa es lo que alguien esté dispuesto a pagar por ella. En este caso la cosa son los derechos federativos de Zidane y ocurre que el Madrid está dispuesto a pagar hasta esa cantidad por ellos, luego los vale. El Madrid además tiene ese dinero porque acaba de vender un solar que le permite saldar su deuda y darse este capricho y algún otro.

"La historia nos enseña que el valor de los futbolistas ha ido subiendo con los años, aun salvando el cambio en el valor del dinero. Las 150.000 pesetas de Zamora eran mucho menos en 1930 que los 11.500 millones de Zidane hoy. Lógico. Zamora jugaba ante 30.000 personas, y Zidane juega ante millones y millones gracias a la televisión. El fútbol gusta. Cada vez gusta más y a más gente, que se gasta el dinero que le sobra en su espectáculo favorito. Eso no es malo. Yo más bien supongo que es bueno, porque como deporte que es tiene valores que están ahí y se palpan.