La carrera del millón de dólares

La carrera del millón de dólares

Madrid va a ser la única ciudad del mundo que celebre dos maratones al año. En abril, la de Mapoma (Maratón Popular de Madrid), que tiene 25 años de antigüedad, y en octubre la del Millenium, que acaba de nacer bajo la tutela del ayuntamiento. Ésta va a servir para despedir a Martín Fiz y Abel Antón, que bien merecido se lo tienen. Se van a llevar 65 millones cada uno. Esta cantidad colma las aspiraciones del apoderado de ambos, Miguel Ángel Mostaza, que lleva años vendiendo la idea de celebrar un duelo entre la pareja con un millón de dólares en juego.

Los organizadores de esta nueva maratón, Oberón XXI y Grupo Nozar, vinculadas al publicista Lluís Bassat, ven en la carrera un buen negocio. No lo ocultan. Dicen que ponen 500 millones para ganar más todavía. Ellos sabrán. De momento tienen que pagar 130 millones a los campeones españoles y luego mucho más a las estrellas del maratón, si es que quieren que vengan, porque por la cuantía de los premios —hasta siete millones para el ganador— no hay maratoniano de alto nivel que acepte competir. Por menos de 20 millones no cogen ni el teléfono.

O sea, que estamos ante una maratón comercial a la que el ayuntamiento de Madrid le ha abierto todas sus puertas, es decir todas sus calles, y también algo más, porque ha enviado el recado a diversos organismos municipales de que colaboren, incluso económicamente, en la carrera. Ha aprobado también un recorrido que es cuesta abajo, saliendo de la parte alta de la ciudad para acabar junto al río Manzanares, con el fin de que se puedan realizar buenas marcas. Más facilidades no se pueden pedir. ¿Y todo a cambio de qué? Esa respuesta sí que vale un millón de dólares.