No hay tantas diferencias en el Tour

No hay tantas diferencias en el Tour

El Tour ha entrado en una guerra contrarreloj, porque Armstrong corre contra el tiempo para neutralizar los trece minutos de diferencia que tiene con respecto a Simon. Trece minutos pueden ser muchos o pocos. Depende. En este caso concreto, pocos. Después de 2.000 kilómetros y casi 49 horas de competición, la diferencia entre Simon y Armstrong traducida a porcentaje es del 0.47%. Y está claro que si Armstrong representa en ciclismo el 100%, el nivel de Simon no puede estar en el 99.53%. Las rentas de su escapada bidón se le van a agotar según disponga Armstrong.

En el ciclismo, como en todos los deportes de alta competición, las diferencias entre los primeros no son tan grandes como aparentan. El año pasado Armstrong se exhibió en el Tour; sacó seis minutos a Ullrich y diez a Beloki. Parece mucho, pero es menos si tenemos en cuenta que para ello hubo que recorrer más de 3.000 kilómetros y competir durante 92 horas, que equivalen a casi cuatro días de carrera ininterrumpida. Como si la prueba comenzara tal día como hoy y acabara el martes. Y después de semejante palizón, sólo seis minutos separaron al primero del segundo.

Según estos parámetros, Armstrong fue un 0.11% mejor que Ullrich y un 0.18% que Beloki. Claro, que las condiciones eran distintas porque Armstrong se dedicó a controlar la carrera y este año tiene que atacar cada día para neutralizar a Simon. Esto arrastra a Beloki y a Ullrich al podio. Las distancias entre ambos en este Tour son mínimas -el 0.01%- y tienen a Kivilev a tiro. Beloki con respecto al kazajo es un 0.19% inferior, pero la diferencia real no parece que sea esa, porque se originó en esa escapada consentida que tanto nos trae de cabeza. O sea, que aún hay tiempo para todo.