Del Bosque, Rexach y Rafa Benítez

Del Bosque, Rexach y Rafa Benítez

Dos puntos marcan una línea, y como este año se repite la presencia masiva de entrenadores españoles en nuestro fútbol, podemos dar por cierto que estamos en la línea buena. El papanatismo de tantos años que hacía pensar a nuestros presidentes que cualquier entrenador era mejor cuanto peor hablara castellano ha desaparecido. Para esta Liga sólo hay tres venidos de fuera, y todos ellos con cierta experiencia aquí. Athletic y Real acuden a sus viejos conocidos Heynckes y Toshack, para ellos, en realidad, gente de la casa. El Mallorca elige a Krauss, también conocido.

Pero ahí acaba todo. El resto son gente de aquí, continuadores de una línea que abrieron, arduamente, Luis, Camacho, Irureta, Víctor Fernández, Chechu Rojo y demás compañeros mártires, que defendieron una escuela sensata frente a la invasión absurda. Ellos, más las fechorías de Van Gaal en el Barça, Toshack en el Madrid y el extravío italiano del Atlético, han dado lugar a esta nueva línea, que nos pone sobre la mesa gente interesante, como Del Bosque, Rexach o Benítez, por poner tres casos. Tres hombres que lo tienen duro. Cada uno a su manera.

Para Del Bosque es la temporada de la confirmación. Ahora empieza de verdad como titular. Y tiene tal constelación de estrellas que en cuanto empate dos partidos se lo van a echar en cara. Rexach es la reserva de seny de una casa enloquecida en la que en los despachos se trabaja igual que sobre el césped: con los pies. Y Rafa Benítez da un salto difícil en un momento difícil, con un Valencia escaldado y lleno de dudas. Y encima carga con un cartel de madrileño que no le va a ayudar, ahora que la afición ché está tan dolida con el Madrid por el caso Mendieta.