Atletismo y ciclismo se dan la mano

Atletismo y ciclismo se dan la mano

Al hilo del escándalo que produjo el registro policial en el Giro, le pregunté a un reconocido entrenador de atletismo si la policía podría encontrar los mismos fármacos en las habitaciones de los atletas, caso de que un juez ordenara una inspección similar en los próximos Mundiales. Guardó unos segundos de silencio y contestó: "Posiblemente, sí". Han pasado sólo unas semanas y el control realizado a Olga Yegorova ha demostrado que los atletas no son para nada diferentes a los ciclistas. No se puede generalizar, pero desde luego, esta atleta no es la única que ha utilizado la EPO.

La tentación es la misma para atletas que para ciclistas. Si acaso mayor para los primeros, porque gozaban de impunidad. El positivo de Yegorova es un aviso para navegantes. Habrá que estar atentos a las bajas que se puedan producir en los Mundiales a última hora, como consecuencia de inesperadas lesiones. Esto es algo habitual en el atletismo cada vez que los controles detectan las nuevas sustancias. E igual que los lanzamientos sufrieron una regresión cuando los anabolizantes dejaron de ser invisibles, es previsible que las marcas en las carreras de fondo inicien un retroceso.

La realización de controles de EPO en el atletismo pone fin a la polémica que mantenía con el ciclismo. Estos dos deportes siempre se han llevado como el perro y el gato, porque para defenderse de las acusaciones de doping generalizado basaban su defensa en el ataque al otro. Las discusiones acababan como el rosario de la aurora y con el consabido "y tú más". Ahora los controles ya son los mismos para todos, pero a la hora de establecer comparaciones sigue habiendo una desigualdad. Virenque, confeso de EPO, reaparece el próximo mes. A Yegorova le espera una sanción ejemplar.