Desfachatez de la UEFA en el caso De Boer

Desfachatez de la UEFA en el caso De Boer

La peor noticia del verano ha sido la drástica reducción de la sanción a De Boer por consumo de nandrolona. Más que reducción, es una condonación. Un mes y medio y en verano. Interrumpe menos la carrera del jugador que un constipado. Por lo mismo, Davids tiene nueve meses de sanción. La Juve perdió su concurso en los últimos partidos de la temporada pasada, y no podrá contar con él hasta muy entrada la próxima. Lo que hace la UEFA no es sólo una cacicada, sino un grave ejercicio de irresponsabilidad en un momento muy delicado.

La lucha antidoping compromete a todos. El doping es la lacra del deporte contemporáneo. Significa trampa y compromete la salud del deportista. Si se crean las condiciones para que el que no se dope no pueda competir en condiciones de igualdad, se está desvirtuando seriamente la esencia del deporte. Hay mucha gente empeñada en esta lucha, difícil y compleja, que ahora asiste con desaliento a esta decisión de la UEFA. Hay una naciente Agencia Mundial Antidopaje que se queda colgada con esta decisión de la federación europea del más popular de los deportes.

Algo huele a podrido en la decisión de la UEFA. Es sabido que el Barça es el pelota número uno de esa organización. En las reuniones del G-14 y demás planes para crear una Liga Europea, el Barcelona ha actuado de chivato y correveidile. Ahora ha cambiado su lugar habitual de concentración en Holanda por las instalaciones que tiene la UEFA en Nyon, aunque sea a cambio de soportar la dura comparación con el Madrid de hoy y su descomunal popularidad. La UEFA ahora paga con un gesto. Ese gesto es una desfachatez y una irresponsabilidad.