Con Luis han llegado los triunfos hasta en temporada. ¡Nadie se tiene que rasgar las vestiduras!. Se tiene que desterrar el pesimismo por el escaso bagaje ofensivo. El técnico ha traído coherencia a una casa de locos y está impartiendo lecciones de coherencia. Las casas se construyen los cimientos y los equipos desde la defensa al ataque. La solvencia y la seguridad que han mostrado los rojiblancos en su zona de atrás es digna de alabar. Un gol en cuatro partidos. En las dos últimas temporadas los regalos defensivos de los rojiblancos han sido su penitencia en la clasificación.

Este Atlético de Luis huele bastante bien. Los jugadores han aprendido la lección del pressing y del sistema. Sus victorias en la pretemporada son inyecciones de moral para empezar la liga como auténticas motos. Con Movilla y Colsa de cerebros, la sabiduría de Stankovic, las genialidades de Fernando Torres, la constancia de Diego Alonso y la habilidad de Alfonso que nadie dude que en ataque van a ser difíciles de parar. Desde la etapa del doblete de Antic no se había construido una plantilla con tanta coherencia. Encima el jefe del vestuario ya está impartiendo su doctorado en el vestuario y todos los jugadores obedecen a ciegas sus indicaciones. Luis es el más grande y está sentando las bases de lo que promete ser un proyecto de envergadura. El libro de Luis es un magisterio futbolístico.