Un equipo ordenado y rácano

Un equipo ordenado y rácano

No soy dudoso. Me gusta el fútbol espectáculo. Me aburre soberanamente el calcio italiano (quito del saco al Milán de los dos últimos años). No me divertía el Athletic de Clemente que ganó dos Ligas. Ni me apasiona el Oporto de Mourinho, campeón de Europa. Pero el trabajo del Valencia en el último lustro me ha hecho ver que en el fútbol hay que diferenciar entre el buen trabajo de equipo y las tácticas trogloditas. A veces, coinciden ambas cosas. En Grecia pasa eso. Hay una excelente labor de grupo, una inteligente ocupación de los espacios, hasta buen toque a la hora de sacar la pelota jugada. Pero luego, el tal Rehhagel, renuncia por sistema a jugar al ataque, deja a los más talentosos en el banquillo y se obsesiona por mantener su puerta a cero.

Es más, parte de su éxito en la Eurocopa está basado en que los rivales le han cogido miedo a la solidez defensiva de Grecia. Creo que al equipo de Brasil campeón en Japón, Grecia le dura dos suspiros. Es más, Rusia tuvo que haberlos goleado en la primera fase y España, si no se pone en plan conservador cuando ganaba 1-0, hubiera pasaportado al equipo heleno. No exageremos. Grecia demuestra ser un equipo ordenadito pero no aporta nada nuevo y sufre para marcar un gol. Me niego a pensar que puedan crear escuela, rechazo que acaben siendo referente. ¿Referente de qué?