Sigo pensando que España ganará 14 medallas. Que al quinto día de Sydney teníamos dos, una más que ahora. Y que reaccionamos en la segunda semana: en Barcelona, los últimos tres días cazamos nueve. Mis cuentas, nada exageradamente optimistas son: vela, 2 medallas (opción de 3); ciclismo en pista, 1 medalla (opción de 3); piragüismo, 1 medalla (opción de 2); taekwondo, 1 medalla (opción de 2); atletismo, 1 medalla (opción de 2); tenis, 1 medalla; triatlón, 1 medalla (opción de 2); gimnasia, 1 medalla (opción de 3); judo,1 medalla; sincronizada, 1 medalla (opción de 2); mountain bike, 1 medalla (opción de 2). Y entre todos los de equipo, baloncesto femenino y masculino, balonmano masculino, hockey masculino y waterpolo, 1 medalla (opción de 5). Total, 13 más la de María Quintanal, 14.

Son mis predicciones en este momento en el que parece cundir el desánimo por un arranque que no se diferencia al de Sydney. No hay milagros, sino realidades. Y el deporte español, tras los pinchazos del arranque, está para situarse en torno a las 15 medallas. Si hay suerte, volamos a las 20; si no la hay nos quedamos en esas 14. No es una corazonada, ni una apuesta, ni nada parecido. Es el convencimiento y la confianza en unos deportistas, los nuestros.