Difícil que haya una ganga libre

Difícil que haya una ganga libre

La verdad es que en el mercado de invierno sólo se pueden encontrar retales y telas de poca calidad. Es muy difícil que haya una ganga libre a estas alturas de temporada y que nadie se haya dado cuenta. El único chollo es tener la fortuna de encontrar un buen jugador que esté peleado con su club y que a ser posible acabe contrato el siguiente 30 de junio. En los últimos años sólo ha habido un caso de un jugador que haya llegado a nuestra Liga en la época de las rebajas, el del holandés Edgar Davids, un buen traje para un Barça que no salía de ponerse trapitos. El Pitbull llegó cedido, con una ficha de 1,2 millones a cargo del Barça, peleado con Lippi y sin jugar en la Juventus. Y fue el pulmón de Rijkaard hasta final de temporada, pero llegado ese momento se acabó la rebaja y subió su precio. El traje de comunión ya quería valer lo que uno de boda.

Pero es casi imposible que un jugador cambie él solo el rumbo de un equipo a mitad de año. Casos como el de Davids solo hay uno. Como ejemplo, me viene a la memoria alguno de los fichajes que se han hecho con la temporada avanzada, como el de Juanchi González por el Atlético de Madrid, que en cinco meses marcó sólo dos goles y su olfato rematador no evitó que el Atleti acabara de mitad de tabla para abajo. Vamos, que se pueden encontrar jugadores de medio pelo, refuerzos modestos, o se puede mirar a la Liga argentina, como suele hacer el Villarreal. Pero no nos engañemos, un jugador que llegado diciembre no ha jugado cinco partidos y no cuenta para su equipo es porque no ha demostrado que merezca más. Un futbolista que esté soltero y sin compromiso desde el verano y que siga libre al llegar las Navidades es porque no da más de sí.