Una competición que no la entienden ni los equipos que la juegan esta descalificada desde su inicio. Este sistema es lamentable. El principio deportivo de igualdad queda roto desde el momento en el que no existe la ida y vuelta. La UEFA ha dejado de ser una competición menor. Ahora ya es un engorro. Económicamente es una ruina, deportivamente un gasto físico para los equipos y televisivamente un desastre para el espectador porque el 90% de los partidos ni se ofrecen por la pequeña pantalla. Si la UEFA quiere que esta competición vuelva a reverdecer viejos laureles tiene que darle un cambio de arriba a abajo, pero con sentido. Yo propongo que el campeón juegue al año siguiente directamente la liguilla de ocho equipos en Champions.

Que se vuelva a la eliminatoria clásica o que se hagan cuatro grupos de rivalidad local, donde españoles puedan jugar entre ellos o contra italianos y franceses, donde ingleses se enfrenten a escoceses y alemanes y los rusos con los países del este. Así, al menos tendremos morbo en los emparejamientos. La competición actual más que un premio es un drama y una faena. Los entrenadores rezan para que en el grupo te toquen conjuntos de países cercanos y no tengas que hacer los viajes de Marco Polo para jugar tus eliminatorias. Y los presidentes sueñan con inventarse algo para, por lo menos, tener media entrada en el campo. Esta competición, como su propio nombre indica, solo podía organizarla la UEFA.