No soy partidario de los premios, porque sigo pensando que habitualmente no se los lleva el mejor. La gente vota más al nombre que a la temporada que ha hecho el futbolista, pero he de reconocer que Ronaldinho estaría entre mis favoritos para ganar en el 2004. Que me gusta Ronaldinho no es ninguna novedad, no creo que haya humano que pueda criticar a este brasileño. Lo tiene todo: calidad, visión de juego, compromiso con el equipo, acierto de cara a gol, determinación en los momentos claves y, sobre todo, ha nacido con el duende de los cracks. Sólo le pongo un pero. Creo que a veces debería hacerlo fácil. Últimamente tiende a complicarse y a inventar algo diferente en cada jugada. En muchas ocasiones podría definir mucho más cara a portería y prefiere adornarse con un invento futbolístico para arrancar el oh! del público.

El fútbol, como dijo Cruyff, hay que simplificarlo lo máximo posible. Yo entiendo que Ronaldinho disfrute en el campo, que quiera hacer cada jugada diferente a la anterior, que siga viendo el terreno de juego como el patio de su colegio, pero seguramente sus compañeros le agradecerían que alguna vez lo hiciese más sencillo. Ahora, para dar el salto de calidad y subirse al pódium de los Maradona, Pelé, Di Stéfano y compañía necesita ganar títulos y reforzar sus premios individuales con un exitoso palmarés de clubes y selecciones. Si lo consigue, estará llamado a ser un genio del balón porque cualidades futbolísticas le sobran. Ah, por cierto, que Raúl es el único español que sale en la lista. Y en esta ocasión los que votan son los seleccionadores y los capitanes de los equipos... En fin, seguramente todos ellos tampoco sabrán de fútbol.