Butragueño defiende con fervor el modelo

Butragueño defiende con fervor el modelo

Vicepresidente del Madrid y quién sabe si futuro presidente (no tendría que avalar ninguna cantidad para presentarse) Butragueño compareció ayer en el Foro Ferrándiz para examinar la situación del Madrid. A todos nos llamó la atención su cambio: el jugador tímido y lacónico ha dado paso a un ejecutivo desenvuelto, expresivo y firme. Seguro de sí mismo y de lo que representa, expuso su visión del Madrid, apostó a fondo por el modelo (bien es verdad que con ese exceso verbal de que "Florentino es un ser superior") y dejó cartel de futurible, aunque ninguna pista en ese sentido. La discreción sigue siendo su bandera.

A mí también me gusta el modelo, muy puesto en solfa estos días. Ganar dinero para pagar los gastos propios no es malo. Lo malo es lo que ha venido haciendo el fútbol hasta ahora: morosidad con todo el mundo, no pagar a Hacienda, cargarse de deuda y cada treinta años salvarse con una recalificación. La intención de hacerse con jugadores extraordinarios que aporten mayores ingresos es perfectamente honorable. Otra cosa es que el modelo entrañe riesgos (exceso de vedettismo, desmoralización de los suplentes, desprecio excesivo del jugador oscuro...) y que esos riesgos se hayan llevado al límite. Pero el modelo es distinto y es atractivo.

Y se verá sometido a nuevas pruebas, y Butragueño no rehusó referirse a ellas: los Abramovich que puedan ir aterrizando en el mundo del fútbol. El Madrid desarrolla el concepto de que el estadio es todo el planeta y que en todo él debe buscar aficionados y recursos. El desafío es ser el primero en llenar ese estadio virtual que abarca, vía satélite, todo el mundo, como Bernabéu fue el primero en hacer un gran estadio y gracias a ello cogió ventaja. Pero, ¿bastará eso para competir con cada supermillonario global que decida gastar un 5% de sus beneficios anuales en darse el capricho de tener su propio Chelsea? Esa es la cuestión.