Se trata de un gran futbolista

Se trata de un gran futbolista

Me alegro por él y por todo los mal intencionados que quisieron enterrarle después del partido contra el Real Madrid. De los buenos nunca se debe dudar. Y los que dudan de ellos es por que son malos o no saben de fútbol. Hace poco escribí una columna diciendo que a este chaval solo había que apoyarle porque es el futuro del ataque de la Selección española. El pasado domingo, en el Camp Nou, demostró que tiene fuerza, velocidad, hambre de victoria, carácter y gol. Todos (incluido él) saben que tiene que mejorar aspectos como el control y la definición. Pero todos (menos él) saben que todavía le queda tiempo y que debe tener paciencia para conseguirlo.

S i el Atlético quiere hacer algo grande necesita darle cariño al Niño. Y ese afecto no se da sólo con palabras sino consiguiendo un bloque que esté a la altura de un grande. Torres necesita a su lado un par de grandes jugadores para que su club dé el salto definitivo que le haga aspirar a todo. Así, Torres será feliz, su afición también y los títulos podrán llegar. Florentino se sacó de la manga las torres de la Ciudad Deportiva para engrandecer al Madrid. Gil Marín y Cerezo ya tienen una torre. Ahora les toca estrujarse las meninges para conseguir el dinero necesario que les permita poder comprar otros dos rascacielos que hagan que Torres y su Atlético toque la gloria. La categoría de Fernando Torres, fallando o marcando, es incuestionable: se trata de un gran futbolista.