NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Casillas y la flor de Luxa igual a victoria

Actualizado a

LIGA

CLASIFICACIÓN LIGA 2004/05

La flor de Luxa empieza a ser legendaria. En seis partidos y pico ha conseguido siete victorias, veintiún puntos, que le mantienen a tiro del Barça que, dicho sea de paso, también tiene su flor, además de la extralimitada indulgencia arbitral que vamos viendo semana tras semana. Pero volvamos a la flor de Luxa. Tenía que pasar la prueba del algodón en El Sadar, que viene a ser como el coco para el Madrid en este periodo de su historia. Siempre se dice, y es así, que todos los equipos dan su máximo ante el Madrid. Pero ninguno en tanta medida como Osasuna, que crea para estos partidos un ambiente inigualable.

Y la salida de ayer fue tremenda. En una noche invernal, con lluvia y ventarrón racheado, público enfervorizado y el Chengue Morales metido como un demonio incontrolable en el centro de la defensa, Osasuna fue un tsunami. El Madrid no pisó la raya del centro del campo hasta bien cumplidos los diez minutos. Cómo pudo salir sin gol de esos diez minutos sólo se explica por Casillas, ese portero excepcional, cada vez más cuajado, al que hasta que ha llegado Sacchi nadie había alabado en su club, como si estuviera prohibido, nunca me he explicado por qué. La forma en que se le ha tratado sólo se puede calificar de injusticia aberrante.

Pasado el tsunami, lo que siguió fue un partido entre un equipo superior en fuerza, colocación y motivación, y un grupo desangelado de galácticos ateridos pasando incomodidades en vísperas de su fiesta en honor a Afrodita. Cómo pudo ganar el Madrid ese partido no se explica sólo por lo de Casillas, que siguió haciendo paradas de mérito, sino por la flor de Luxa. Dos faltas al borde del área, dos rechaces cortos de Sanzol, dos goles y tres puntos. El dragón de El Sadar atravesado con una lanza y todos a Chantilly el día de San Valentín. El Athletic y la Juve aparecen por el horizonte, pero con la flor de Luxa y además Casillas, ¿quién les teme?