Pecados y aciertos de Luxa

Pecados y aciertos de Luxa

Luxemburgo es un hombre de firmes promesas y dudosas realidades. Me explico. Él se muestra enérgico en los entrenamientos, no se casa con nadie en sus declaraciones y se ha ganado el respaldo de Florentino, que le ha encomendado la ingrata (y necesaria) misión de liderar el galacticidio. Hasta ahí todo perfecto y en el haber de Vanderlei. Pero en su debe está el incurrir en los mismos errores que sus antecesores. En los grandes días no se atreven a sentar a los cracks sagrados y eso perjudica a gente tan valiosa como Guti. Fue un pecado que en Turín fuese suplente y que Raúl, machacado por una gripe de once días, jugase en su lugar ante la Juve. Guti es el hombre ideal para conectar con Ronaldo. Es el alimentador idóneo del brasileño. Se vio en Mestalla y por eso Luxa no debió titubear al elegir la alineación titular de Delle Alpi. El error se pagó muy caro.

El mister confesó en la rueda de prensa en la víspera de la debacle que el capitán no estaba al cien por cien. Entonces, ¿por qué jugarse la Copa de Europa con él de titular? Si a Raúl le sacas de refresco la última media hora hubiera hecho mucho más daño al sistema defensivo de Capello. A Raúl no se le hace ningún favor obligándole a jugar siempre en situaciones extremas. Cuando está a tope físicamente sigue siendo una pieza importantísima, pero cuando está bajo mínimos queda a expensas de la crítica. De esos aficionados y periodistas que disfrutamos de sus fútbol durante sus días de vino y rosas. Pero no pierdo la fe en Luxa. Tiene corazón, fuerza mental y ganas de triunfar. Él sabe que se la va a jugar en estos tres últimos meses. Su puesto no corre peligro, pero sí su prestigio. Y le queda por sacar la escoba galáctica y barrer lo que pueda. O le dejen...