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Tomás Guasch

Aquella noche no jugó Ronie

Actualizado a

Hoy hace un año que el Madrid se levantó con mal pie. Aquel 17 de marzo de 2004 el Zaragoza le ganó la Copa del Rey en Montjuïc contra todo pronóstico y con todo merecimiento. No sólo jugó mejor sino que levantó el 1-0 de Beckham y no se le aflojaron las piernas cuando Roberto Carlos empató a dos nada más volver del descanso ni cuando a falta de 25 minutos se quedó con diez por expulsión de Cani. En el camino del Real se cruzó un hueso, Galletti, y no hubo más que hablar. O sí lo hubo y lo hay: aquella noche no jugó Ronaldo, lesionado. Ni Casillas, por decisión técnica. Queiroz y Del Bosque tuvieron al menos dos cosas en común: ambos perdieron la Copa (Vicente contra el Depor) con Casillas a su lado chupando banquillo. Ronaldo llegó al Madrid después de aquel Centenariazo.

Hubiera ganado el Madrid aquella final de haber tenido a Ronaldo? Los ronaldistas siempre pensaremos que sí porque él ha nacido para ganar estos partidos a cara y cruz y sólo ha perdido una final importante: la del Mundial 98 que jugó enfermo en París, ante la mejor Francia y el mejor Zidane. El Zaragoza habría jugado el mismo gran partido, pero el Madrid habría estado mejor en la distancia corta del área, allí donde el brasileño es el rey de reyes. Pero el Madrid debe mirar hacia adelante: Ronaldo no estuvo entonces, pero ahora sí está. Y sólo el Madrid tiene a Ronaldo en este mundo. Y a Casillas. El Madrid tiene portero y ariete de máxima categoría, lo que lleva a pensar que el alto mando blanco tiene dos puntos de apoyo fundamentales en su tarea de recomponer la plantilla. ¡Capello, no; Ronaldo, sí!