Presentar excusas para seguir

Presentar excusas para seguir

Jordi Arrese y Juan Bautista Avendaño, todavía capitanes del equipo español de Copa Davis, han empezado a reconocer errores y a pedir disculpas a todo hijo de vecino. Más vale tarde que nunca. Eso dicen. De la euforia y prepotencia de Sevilla por ganar la segunda Ensaladera (el viaje a Madrid en AVE fue antológico y demoledor), a presentar excusas a diestro y siniestro por los casuales y nada malintencionados olvidos de diciembre. Dice mi amigo, y nunca se equivoca, que para algunos entre el honor y el dinero, lo segundo siempre es lo primero. Y Arrese y Avendaño, cuestionados en la nueva Federación Española hasta por el utillero, han iniciado su particular campaña para seguir en el cargo. Y todo vale. Por eso, por las 14 millones de poderosas razones del CAR, dejaron 'tirado', a su amigo Josep Perlas, pese a reiterar que, de irse, se irían los tres.

Por eso, como todos creían que iban a cumplir su palabra, Javier Duarte, próximo director técnico de la Federación Española, estaba preparado para dirigir al equipo español en Bratislava. Nadie se atreverá a reconocerlo, pero algunos jugadores lo saben. Me refiero a los que recibieron la misteriosa llamada nocturna. Por cierto no es el momento de pasar factura, pero ¿se imaginan lo que hubiera pasado si Rafa Nadal, el viernes 4 de marzo, en Bratislava, hubiera jugado el segundo individual ante Hrbaty, en vez de Verdasco? Hubiéramos pasado; seguro. Y es que hoy en día, sin Ferrero y Moyá en el equipo, Nadal, medio cojo y en cualquier tipo de extraña superficie, tiene que jugar; siempre. Arrese y Avendaño ya lo saben, por eso en septiembre (salvo que 'Dudu' diga antes lo contrario) lo pondrán. Más vale tarde que nunca. Algo hemos ganado.