El Levante es mucho decir

Esto es el Levante y eso es mucho decir”. Ésta es la mejor definición posible del rival que el Real Madrid tendrá delante. La definición es de Carlos Cantarero, el técnico con el que empezó todo, el que puso los cimientos y el que entendió mejor que nadie la idiosincrasia de la entidad, todo lo contrario que sucede con Schuster. Y es que el Levante es así, capaz de lo mejor y lo peor, absolutamente imprevisible y por ahí puede sorprender a un conjunto superior como es el de Luxemburgo. Los azulgrana, para ser fieles a sí mismos, deben dar al menos una campanada anual y, de momento, no la han dado. Tienen fe en que sea esta tarde, justo cuando media España les mira y se sienten protagonistas de una Liga que pueden entregarle al Barça.

Para ello, sólo hay un camino, el de atacar, porque este Levante no sabe defender, porque no está muy trabajado. Los granotas son ambiciosos desde su humildad, por eso apuestan por tener el balón, algo encomiable para un ascendido. Demasiado arriesgado, pero es que el Levante es así, antes muertos que sencillos. Cantarero lo entendió y en Segunda salía con: Amato, Congo y Mijatovic y el ascenso llegó con Rivera, Aganzo y Reggi. Ahora, la mejor formación, la más vistosa y efectiva, es la que incluye a Rivera, Sergio y Manchev. Suena a poco ante Zidane, Raúl, Owen y Ronaldo, pero hay opciones para la sorpresa, porque esto es el Levante y eso es mucho decir.