Ya era hora de que alguien del Real Madrid reconozca los méritos de Iker Casillas. Manda güevos que tenga que ser un italiano el que venga a piropear al chaval de Móstoles cuando a decenas de directivos madridistas nacidos en Madrid se les ha llenado la boca piropeando a un italiano como Buffon. Recordemos que directivos blancos han filtrado en los últimos dos años que el Madrid estaba interesado en el portero de la Juventus y que decían que la diferencia de las dos últimas eliminatorias entre la Juve y el Madrid habían sido los porteros. Con Sacchi, el Madrid ha ganado en criterio y sobre todo en cordura porque si de algo sabe Arrigo es de fútbol. Todas sus declaraciones tienen base futbolística y experiencia acumulada. Más allá de si estás de acuerdo con ellas o no. No me gusta que diga que los futbolistas del Madrid estaban desubicados porque está criticando veladamente el trabajo de otros profesionales que anteriormente se sentaron en el banquillo madridista.

En cambio, sí me gusta que siga vendiendo ilusión al madridismo y que quite de enmedio esa campaña victimista que se ha iniciado desde dentro del club sobre la persecución arbitral al Madrid. Arrigo sigue la línea señorial de este club, rumbo que han perdido recientemente otros ejecutivos de la entidad. Está claro que el futuro proyecto del Madrid debe pasar por las manos del técnico italiano. Él debe confeccionar la plantilla, decidir sobre los fichajes y depositar su confianza en el entrenador que guíe la nave. Si Florentino escucha y deja al italiano trabajar, al Madrid le irá bien, pero si los blancos siguen viviendo de caprichos, la cifra de dos temporadas sin títulos se alargará.