Dicen que el sueldo hay que ganárselo en el terreno de juego y si hay alguien que en estas últimas temporadas haya rendido por encima de lo que le pagan ese es Iker Casillas. Siempre dije que ahora mismo es el galáctico del equipo. Si yo fuera presidente del club le pondría el mismo sueldo que ya tienen Ronaldo, Zidane, Beckham, Raúl y compañía. Que gane una peseta menos que ellos es única y exclusivamente porque no ha sido fichado de un club foráneo, porque es de la casa y porque no se llama Casillini. Iker está llamado a ser el mejor portero de la historia del Real Madrid. Hará olvidar a Francisco Buyo, Betancort, Miguel Ángel, García Remón e incluso al gran Ricardo Zamora. Méritos está haciendo para ello en el tiempo que lleva en el primer equipo.

Es buen portero, tiene carisma, engancha con su público, le adoran todos los jóvenes, las madres y los abuelos. Además tiene un plus añadido, es un futbolista que no es repudiado por las aficiones rivales. Casillas cae bien hasta a los del Barcelona. Es el único madridista que puede pasearse sin temor a represalias por cualquier ciudad española. El Madrid también ha hecho negocio con él porque hoy por hoy es el mejor portero del mundo, vende más camisetas que ningún otro guardameta y pronto será el gran baluarte publicitario en el que el Madrid confiará para lanzar sus campañas de márketing. Se lo merece, pero espero que no se le suba a la cabeza.