Esta Copa me gusta. Sin el Madrid ni el Barcelona hacen que dos grandes ciudades españolas den colorido a un toneo cada vez más desprestigiado. Para los béticos será el colofón de su gran temporada y para Aguirre, hacer historia en el club navarro. Pero fijémonos en algunos detalles. Se habla de falta de gol en la Selección. En Osasuna, los titulares son Morales y Webo, extranjeros, y en el Betis, Edu y Oliveira, brasileños. Encima, para más inri, los recambios de la delantera rojilla son Aloisi y Milosevic, dos futbolistas tampoco seleccionables para Luis. Y en el Betis, Denilson, si juega Fernando, es el primer cambio de Serra Ferrer. Con este panorama es difícil que nosotros aspiremos a tener delanteros goleadores. Hace tiempo la Copa se jugaba sólo con nacionales y los extranjeros no podían disputarla. Si eso ocurriese ahora habría equipos que no tendrían ni once españoles para poder disputarla.

Me quiero fijar también en el duelo Pablo García (si juega)-Assunçao, dos maneras diferentes de interpretar la posición del mediocentro. El brasileño representa la exquisitez, el toque y la belleza; el uruguayo, la jerarquía, la fuerza y el oficio. Quien gane este duelo le habrá metido a Patxi Izco o a Lopera media Copa en sus vitrinas. Jesús del Gran Poder contra San Fermín, la final será cuestión de fe.