Selección: la cara buena del baloncesto

Selección: la cara buena del baloncesto

Empieza el Eurobasket, al que España concurre con un equipo sin Gasol, pero con todos los demás. Me llama la atención hasta qué punto en baloncesto ocurre lo contrario que en fútbol. En éste tenemos una Liga que arrastra pasiones, buenas y malas, y una Selección deprimente. En baloncesto es justo lo contrario: la ACB se va hundiendo en la monotonía y el ostracismo (a ver si el fenómeno Akasvayu agita algo las aguas) y la Selección, sin embargo, cada vez que salta al primer plano ilusiona y vuelve a reunir a los aficionados ante la pantalla. En Atenas fue la estrella de la participación española.

Hoy se estrena en Serbia y ante Serbia. Un miura para empezar. Un equipo cargado de jugadores NBA y que representa una vieja escuela de baloncesto tan exquisito como competitivo. Hay un ambiente difícil, según me cuentan, porque en Serbia todavía hay quien tiene apuntado que el Secretario General de la OTAN cuando la intervención militar era español, y que España fue uno de los países que se sumaron al bloqueo deportivo contra Serbia en aquellos siniestros tiempos. El grupo ha detectado cierta tensión, pero sabrá aislarse de ello. En cuanto bote el balón no habrá ojos ni atención para otra cosa.

Lo que se ve de forma desigual es que Gasol no juegue. La explicación del seguro demasiado caro no es cierta. No ha habido tal. A la Federación no ha llegado ninguna propuesta en ese sentido, ni cara ni barata. Simplemente, Gasol ha preferido no jugar. Por miedo a reproducir su lesión, por consejo de su agente, porque los tentáculos del Imperio le agarran a él más fuerte que a otros, por lo que sea. En su derecho está, aunque no dejaremos de extrañar su presencia certera y combativa, de la que tanto disfrutamos en Atenas. Eso sí, está allí como comentarista de TVE, lo que nos deja una sensación equívoca.