Ya no es sólo cosa del Real Madrid

El Depor denuncia en la Liga la inscripción de Messi y da cuenta de esa denuncia a la Federación, por si se hubiera dado caso de alineación indebida. ¿Y qué le va en esto al Depor? Pues no sólo que es el próximo rival del Barça, lo cual ya sería bastante, sino que está dispuesto a poner pies en pared con los abusos del binomio Villar-Laporta. Ya no es sólo cosa del Madrid, que aparece como máximo damnificado de los abusos del Barça por el entendimiento general de que estos dos clubes son los dos grandes. Cuando hay un club que goza de tan extraordinaria protección oficial los damnificados son todos.

Y el caso del Barça es ese. Ya lo era antes de las últimas y apasionadas elecciones. Villar indultó su escandalosa retirada de la Copa, ante el Atlético, después de perder 3-0 el partido de ida. Después de eso modificó los estatutos ad hoc para evitar el cierre del Camp Nou al regreso del viaje del Barça por la justicia ordinaria. (Viaje durante el cual la Federación no dijo ni pío, lo contrario que hizo en el caso del Depor, cuando obligó a Lendoiro a postrarse de hinojos a la UEFA). En el caso Messi, la complicidad entre el Barça y la Federación para que el chico jugara ha tenido bastantes capítulos.

Esa Federación encamada con el Barça ha tenido que compartir con la Liga la designación de los árbitros, pero controla lo esencial: sus ascensos, descensos e internacionalidades. Los árbitros saben lo que hay, así que no es extraño que muchos se apunten al concurso de méritos de ver cosas a favor del Barcelona. Como por otro lado no tienen presión para hacerlo bien (Rodríguez Santiago repitió anteayer mismo) ni hay unos criterios de verdad decentes en los ascensos, asistimos a un arbitraje cada vez más deteriorado. A una continua confusión en la que sólo algo está claro: que al Barça le va de perlas.