Recalentar el (mal) café

Recalentar el (mal) café

Si pocos días antes de una degustación para gourmets alguien propaga que el café se servirá recalentado, o confías en el sentido común o bien te apuntas a un bombardeo. Cuando ante un Madrid-Barcelona con buena materia prima, excelentes cocineros y ávidos comensales, un periódico deportivo como Marca se ampara en una encuesta (cuya fiabilidad poco me importa) para titular a toda portada "No te perdonan", algo no funciona. Acotar sólo para desahogo de editorialistas las proclamas contra la violencia en el fútbol (física o verbal) y proporcionar adicionalmente una autopista libre de peaje al "todo vale", además de farisaico es una faena. Fabricar cosmética y vender certidumbre es equívoco. Denunciar al dirigente que vitamina a los ultras y condenar las acciones de éstos para, posteriormente y "cuando conviene", reabrir al cabo de seis meses un juicio público a quien pidió perdón y mostró pesar al día siguiente de su desbarre, no sólo es desproporcionado sino fullero. Afortunadamente (salvo aisladas excepciones) los protagonistas directos (jugadores, técnicos y directivos) han obviado la celada y se aferran a la sensatez.

Los medios han dispuesto el mobiliario para el ágape de esta noche. Y cada uno debe responder de su cuota de responsabilidad. También los comensales que hoy abarrotarán el Bernabéu. Bertolt Brecht dejó escrito que "las convicciones son esperanzas". Me sugestiona el creer que abrumadoramente los gourmets se impondrán a los polizones devoradores de fast-food.