Hay que repensar el fútbol

Hay que repensar el fútbol

El ministro de Deportes británico Richard Caborn está decidido a que, en diciembre, un reducido grupo de políticos y dirigentes de las organizaciones del fútbol europeo y mundial (UEFA y FIFA) mantengan un encuentro. Gran Bretaña preside actualmente la Unión Europea. La parte política estaría representada por los ministros del ramo de Alemania, Francia, Italia y España, esto es, las principales Ligas. Aspectos como la financiación de los clubs, la multipropiedad encubierta, salarios y cupos de jugadores, serían objeto de análisis.

Hoy el fútbol mueve tal cantidad de dinero, intereses e influencias varias, que ningún gobierno -el que sea y de donde fuera- permanece impasible. Amorales intromisiones al margen. De producirse, no me parece mal la reunión que propone el ministro británico. Y espero de su inteligencia que sirva para "hacer pensar", enhebrar consensos y actuar, que no buscar la foto. El calado del temario exige un mínimo de seriedad y compromiso. También pactos y reformas.

Cuando el G-14 todavía tenía dientes, mantuvo varias reuniones con comisionados de la UE para lograr un estatuto de especificidad. Lamentablemente un mete-saca sin consecuencias. Actualmente la idea de tener sobre el césped un mínimo de jugadores del país parece que gana adeptos. Conjugar la legislación laboral comunitaria con ciertas medidas de protección e impulso del fútbol base, no es ir a contra corriente, sino a favor del sentido común. La complejidad del resto de temas requiere que tanto los políticos como los mandatarios del fútbol embriden sus verdades y actúen conjuntamente con la precisión de un cirujano.