Las gentes del ciclismo denuncian que el ProTour está acabando con las carreras que no pertenecen a esta liga. Lo dicen, naturalmente, quienes se han encontrado fuera de la coalición, uno de cuyos promotores fue Manuel Saiz. Y también lo dice gente neutral, como Bahamontes, quien contempla el ciclismo desde un pedestal, ya lejos del bien y del mal. "Van a acabar matando a la gallina de los huevos de oro", le ha comentado a Chema Bermejo. No seré yo quien le quite la razón a Bahamontes; es una realidad que han desaparecido 52 carreras el año pasado. Pero aún nos quedan 263 para esta temporada, repartidas por no muchos países del mundo, pues tampoco podemos decir que el ciclismo sea un deporte universal.

Estas 263 carreras que figuran en el calendario parecen excesivas. El ciclismo no da para tanto. Ni siquiera el de alto nivel puede abastecer las 27 carreras que componen el ProTour. Por eso rapiña sobre las demás para alimentar con la televisión y los patrocinadores una competición en plan liga que no tiene el más mínimo interés, pues los ciclistas compiten individualmente sólo en las pruebas que más les interesan. Esto es lo feo. Que Saiz y la misma Unión Ciclista Internacional se hayan refugiado bajo un paraguas llamado ProTour de la crisis que se avecinaba. Entraron las vueltas grandes, unas cuantas carreras más y el resto se quedó fuera. Son las que comienzan a desaparecer. Y en esto tiene razón Bahamontes. Como matemos a la gallina...