El valor de tu casa es el precio que tu vecino está dispuesto a pagar por ella. Ni más ni menos. Por eso, al Villarreal se le plantea ahora un dilema que le va a permitir definir su identidad como club a medio plazo. La cosa es que Senna cumple 30 años dentro de dos meses y que su contrato expira en junio de 2007. El Villarreal quiere que Senna vista muchos años más la camiseta amarilla. Pero, también existe la posibilidad de poder hacer caja con el futbolista. Éste sería el momento, con Senna en su mejor momento y con el billete comprado para jugar el Mundial de Alemania con España, de ponerlo en el mercado.

No parece ésa la intención de Fernando Roig. Pero tampoco se explica el empecinamiento del club en no iniciar la negociación para renovar al futbolista. Senna también sabe que éste será su último gran contrato. Por eso quiere que su club valore su trabajo antes de que lo haga el vecino, porque él es feliz aquí. Su juego le ha hecho ganarse un hueco entre los mejor valorados del submarino. El club tiene la palabra.