Heras hizo mil veces más daño

Heras hizo mil veces más daño

Laurent Jalabert, ex ciclista de la ONCE, mandó el pasado sábado un mensaje a Manolo Saiz en L'Equipe: "Tengo ganas de decirle que las reglas del juego son claras. Cambiaron a partir de 1998. Es una pena que algunos no las hayan entendido". Jalabert sabe bien de lo que habla, porque en la década de los 90 formó parte de los excesos con la EPO y ahora, una vez retirado, colabora en medios de línea editorial antidopaje como el propio L'Equipe o la Televisión Francesa. Todo cambio sincero merece un aplauso. Jaja señala un punto de inflexión: el caso Festina. La Francia de Jalabert se adaptó a los nuevos tiempos y el propio Tour lideró la lucha, a pesar de que le salió un cáncer en su interior llamado Lance Armstrong, que boicoteó con actitud mafiosa a voces discrepantes: Bassons (el único ciclista del Festina que no se dopaba) y Simeoni.

España lleva años de retraso en la cruzada. No sólo no se subió al carro en 1998, sino que encima aprovechó las restricciones exteriores para convertirse en un paraíso de la trampa. España también tiene su fecha de mutación: marzo de 2004. El caso Manzano fue un caso Festina a la española, pero el camino no ha sido fácil. Sólo ahora, dos años después, Jesús tiene el reconocimiento mayoritario. El tiempo ha demostrado la veracidad de sus palabras. Ahí están los positivos de Santi Pérez, Hamilton y Heras, la redacción de una Ley Antidopaje... Incluso los hechos que han desembocado en las cinco detenciones de la Operación Puerto habían sido ya revelados por Manzano, aunque pocos quisieron escucharle. Lo hizo Guillermo Jiménez, entonces director general de Deportes, y fue apartado de la vida política. También contó los escándalos a la Federación Española y a la juez María Antonia de Torres Díez-Madroñero, pero se negaron a profundizar.

Víctor Cordero fue uno de los impulsores de las denuncias en la Fiscalía de Madrid que abrieron el caso Manzano. Cordero presumió ayer de ello en el Foro Ferrándiz-AS, aunque calló algún detalle. Por ejemplo, una denuncia decía: "Las declaraciones publicadas están produciendo gravísimas consecuencias tanto en el orden deportivo como en el económico (patrocinios)". De la salud del deportista, ni palabra. La pela es la pela. Aquello sólo fue un montaje. La propia Federación, titular de la denuncia, pidió luego el sobreseimiento del caso. Cordero no felicitó ayer a Manzano, ni le aplaudió, pero estuvo en el Foro y eso ya significa algo. Unipublic imita ahora al Tour y abandera la lucha antidopaje. Y empieza a entender, aunque no lo diga, que Heras ha hecho mil veces más daño al ciclismo que Manzano. Igual que empiezan a entenderlo otros muchos. ¡Qué pena de tiempo perdido!