Cuando pilota el instinto

Cuando pilota el instinto

Tremendo, lo de MotoGP el pasado domingo fue tremendo. Decir que fue la mejor carrera de todos los tiempos es una osadía, pero sí que fue de las mejores en muchos años. Tras la carrera, ya en su box, Valentino Rossi le confesaba a su gente que no recordaba nada de lo sucedido en las dos últimas vueltas. "¿Dónde adelanté a Capirossi?... No sé, no tengo ni idea, no me acuerdo de nada". Esta amnesia de Rossi no hace sino confirmar que el duelo que él y Loris Capirossi protagonizaron fue una lucha irracional, hasta el punto de que al final quien pilotó las motos fue el instinto de los dos pilotos. ¡Y menudo instinto! Ambos jugaron en el filo de la navaja a más de 330 km/h. Ganó Valentino, pero si hubiese ganado Loris el resultado habría sido igual de justo.

De haber ganado Ducati en Mugello, para la fábrica italiana habría sido un fin de semana perfecto, aunque entre la pole de Sete el sábado y la increíble carrera de Capirossi el domingo, no estuvo nada mal. Viendo a las Desmosedici de Ducati fajándose en cada GP con las Honda, Yamaha, Suzuki y Kawasaki, uno acaba perdiendo de vista que estamos ante un duelo mucho más desigual que el que en su día enfrentó a David y Goliat. Los números en este caso lo dicen todo. Hace sólo unos días el presidente de Honda anunciaba que el objetivo de la compañía era fabricar en los próximos años ¡18 millones! de motos en todo el mundo. En Ducati no llegan a las 35.000 unidades al año. ¿Cómo pueden compañías de dimensiones tan diferentes jugar en la misma división?