Mundial: la única verdad es la realidad

Mundial: la única verdad es la realidad

Las lágrimas de los jugadores argentinos tras perder con Alemania en los penaltis eran igual de trágicas que las de los españoles al caer ante Francia. Lloran Cambiasso y Casillas, Leo Franco y Xabi Alonso. Unos lamentan que Zidane aún no esté jubilado, y otros que Messi apenas se haya aún estrenado. Decía Lineker que un partido de fútbol es un equipo contra otro... en el que siempre gana Alemania, y esa máxima se le puede aplicar a Italia, que aprendió la lección en el estadio de San Paolo, en Nápoles, en 1990 cuando cayó, precisamente contra Argentina, en los penaltis.

España ha caído en los Mundiales de todas las formas posibles, pero no ha aprendido de los errores. O al menos no tanto como Alemania o Italia. Caímos en México 86 desde los once metros a medias por un fallo de Eloy y por la falta de acierto de Zubi. Perdimos en el de Estados Unidos porque Salinas erró lo que Baggio metió. Nos fuímos de Corea y Japón por un árbitro burlón, Al Ghandour... y de Alemania acabamos de regresar por una mezcla de todos los fallos anteriores y algún vicio adquirido más recientemente. Italia y Alemania demuestran que la única verdad del fútbol es la realidad. Ellos siguen ahí, nosotros no.