La culpa es siempre del mensajero

La culpa es siempre del mensajero

Paradojas de la vida. Dos paisanos de Torrelavega ocupan hoy los titulares de ciclismo por motivos diferentes: Óscar Freire y Manolo Saiz. Un hombre triunfal y otro hundido. El ex director de la ONCE y del Liberty declaró como imputado (es decir, con cargos) ante el juez Antonio Serrano, pero se negó a contestar al Ministerio Fiscal y al abogado de Jesús Manzano. Él sabrá por qué. Saiz comenzó su declaración, según pudo saber AS, lamentándose de las consecuencias que está deparando este caso a las 60 familias de su equipo. ¿Y saben ustedes a quién echó ayer la culpa Saiz? Sí, seguramente lo han adivinado: al mensajero. "Las familias están pagando la situación que está creando la prensa", dijo. La culpa no es de que Manolo fuera detenido junto a los gurús Eufemiano Fuentes y Merino Batres; ni de que en ese momento llevara un maletín con 60.000 euros, según él para gastos del equipo en Europa (entonces, ¿para qué quería los dólares australianos?); ni de que Roberto Heras diera positivo el año pasado con EPO; ni de que a sus dos amigos médicos se les haya requisado un arsenal de sangre junto a fichas de sus propios corredores... No, la culpa es de la prensa.

La verdad es que a mí me apetecía más escribir del otro cántabro, de quien me confieso admirador, pero casi me estoy arrepintiendo de estar mezclando el nombre de Óscar Freire, un tricampeón mundial y un deportista honesto, con el de su paisano de Torrelavega. Lo siento, lectores, no he podido evitar que Manolo me cambiara el humor y parte del artículo. Si es que tiene un don...