Entre la palabra y la necesidad

Calderón utilizó a Kaká como principal reclamo electoral y yo no tengo muy claro que ganara las elecciones gracias al brasileño. Creo que, entre el desengaño general que vivía el madridismo, fue más importante el estilo del candidato, el atractivo de Mijatovic y, sobre todo, la apuesta por Capello, cuya importancia se ha multiplicado desde que se hizo carne y habitó entre nosotros. Por eso entiendo que harían mal el presidente y los socios en obcecarse con esa contratación, uno por quedar bien y otros por hacerle cumplir con lo dicho.

Si Capello prefiere invertir esos 50 millones que se ofrecerán al Milán en otros fichajes se debería seguir su consejo. Antes que jugadores rutilantes (Kaká lo es, sin duda), los aficionados quieren equipo. Y eso explica la entrega incondicional del socio al nuevo entrenador. El siguiente examen del técnico, además de acertar con los refuerzos, será dar una lista valiente de bajas. Il Risorgimento empieza justo por ahí.