Pirri y Stielike, galácticos

Pirri y Stielike, galácticos

Agustín Domínguez, quien durante 25 años fue uno de los vértices del Madrid de Bernabéu, sigue con una mente preclara. Coincidí con él el domingo en la final del Mundialito de la Emigración. Me emocionó ver a un grande de la historia del fútbol de España en los modestos campos de Cotorruelo. Lejos del lujo de los palcos de Primera. Domínguez, que de siempre me tiene estima, me reveló un bonito secreto...

Un momento crítico del Madrid llegó al jubilarse Pirri. Tras peinar el mercado la lista se redujo a dos candidatos: Keegan y Stielike. Amancio hizo el informe del inglés y Antonio Ruiz el del alemán. Fueron a verlos y ambos coincidían en que su candidato era el mejor. Bernabéu ordenó que se intercambiaran los papeles y ambos cambiaron de opinión, así que él viajó a elegir al jugador. Keegan le impresionó, pero fichó a Stielike porque apreció en el partido que no tocaba el balón con la zurda. "¿Qué le pasa? ¿Habéis dicho que maneja las dos piernas?", Contestó Domínguez: "Sí, pero tiene una contractura en la izquierda y juega lesionado". Minutos después, Stielike marcó con la zurda y dejó el campo cojeando. "Agustín, baje y fíchelo. Si es capaz de jugar lesionado y marcar con la pierna mala podrá mantener vivo en el Madrid el espíritu de Pirri".