Ramón, si te Robben a Cesc: Kaká

Ramón, si te Robben a Cesc: Kaká

Lo de Kaká se ha convertido en un asunto de Estado. Pero si no viene no habría que echarle toda la culpa a Ramón Calderón, que al final lo que hizo fue dar rienda suelta a sus ilusiones, algo común en períodos electorales. La culpa de que Kaká esté en el Milán y no en el Real Madrid es de alguno de los antecesores de Calderón, sin contar los que ha tenido en los tres últimos meses. Un día no tan lejano el Madrid pudo fichar a Kaká. Miguel Ángel Portugal, hoy entrenaor del Racing de Santander, viajó a Sao Paulo, quedó maravillado con Kaká y le entregó una insignia del Madrid: "Cuando pises el Bernabéu vestido de blanco me la devuelves". Ese informe de Kaká se quedó ya entonces en algún cajón de la secretaría técnica, y si rebuscan lo encontrarán.

Kaká no es fruta de temporada. No es un jugador que esté en las condiciones de Emerson o Cannavaro, magníficos fichajes a corto, que el Madrid ha fichado gracias al instinto de Pedja Mijatovic. Su contratación requiere un plan, muchos millones y mano izquierda. Y el Madrid ha fallado en la tercera condición. Me cuentan de buena fuente que Silvio Berlusconi ha coincidido este verano en Cala di Volpe, un lujosísmo hotel de Cerdeña, con algún ex presidente del Gobierno de España, socio además del Real Madrid. Y le ha hecho saber su disgusto por el asunto Kaká. Está que trina, y lo primero sería conseguir que se le pase el rebote, a él y a Galliani. Y si escuchan el chiste (Ramón, si te Robben a Cesc: Kaká) ni caso. Hasta el 9 de agosto por lo menos.