Punto final con buen balance

Punto final con buen balance

Este tipo de encuentros tienden al pesimismo porque son aburridos, pero hay que quedarse con los pequeños detalles para extraer el balance. No había gente, el césped estaba muy alto, el ambiente era muy frío... así es difícil que el partido enganche al espectador. Dicho esto, pasamos al análisis de cirujano. El Espanyol tuvo el dominio, como en el resto de encuentros. Primera nota positiva. Pese al rosario de cambios, también común en el resto de partidos, el equipo no perdió la compostura y mantuvo un estilo propio, algo que la temporada pasada costó mucho conseguir. Segunda nota positiva. Ésa es la constante en una pretemporada que despierta un diagnóstico esperanzador, sobre todo, después de la vivida la campaña pasada, de tanto sufrimiento.

Si la preparación está siendo satisfactoria, aunque a la Supercopa la plantilla no llegará al ciento por ciento (el Barça tampoco), más lo es la noticia de la semana: Luis García se queda en el club perico. Si la temporada pasada se llegó con vida al final y se logró el éxito de la Copa, hay que darle gracias a los goles salvadores y vitales de dos hombres: Raúl Tamudo y este joven asturiano. Su adiós hubiese dejado al equipo cojo, porque la merma de capacidad goleadora se hubiese acentuado. Es bueno que este asunto queda zanjado y que el jugador se centre en el primer título en juego del año. El Espanyol necesita sus goles y Luis García necesita el cariño de un club que le quiere y le aprecia. Es bueno que sigan caminando juntos. Tercera nota positiva.