Si hay suerte y el equipo de Gallardón se aclara en cuanto a la obra que van hacer en el Vicente Calderón y si la M-30 va a o no soterrada antes de finalizar la temporada, tanto Cerezo como Gil Marín tienen las ideas claras. Primero pagar los números rojos, luego asegurar la propiedad del Estadio Olímpico de la Peineta y lo más importante apostar por reforzar la plantilla con futbolistas de la categoría de Agüero. Se acabaron los remiendos. La previsión es de 120 millones de euros para este apartado, pero las negociaciones para tener más unidades de aprovechamiento podría subir la misma hasta 150 o 180 millones que son cifras como para valorar muy seriamente el mercado al que podrá acudir García Pitarch a la hora de buscar los nuevos refuerzos para Aguirre.

Esta es la política que quieren los aficionados. Parece que los tiempos de Venturín, Núñez o Sosa puede pasar a mejor vida. De momento se están peinando los principales mercados y no hay futbolista al que se desprecie por lo disparatado que puede costar la operación. La intención es mantener el bloque y cada campaña ir aumentado el valor de la misma con los mejores jugadores que existan en el mercado. El gran objetivo es volver a la Champions y en un plazo de tiempo más o menos corto pelear por el título y subir en el escalafón actual de la UEFA. Lo importante es que la grada vea que los euros se invierten en la plantilla y no caer en el oscurantismo de otras etapas. Ahora la guinda la debe poner el Ayuntamiento con la firma del acuerdo.