¡Ojo! Ese vestuario es una bomba

¡Ojo! Ese vestuario es una bomba

Cuando un vestuario está a punto de estallar los síntomas se proyectan sobre el campo. Las evidencias se manifiestan en estadios llenos, pero son tan sutiles que sólo los que han vivido el fútbol por dentro perciben las primeras señales. Ayer en Londres los jugadores del Liverpool dejaron evidencias de que pasa algo raro en el equipo de Benítez, que iba tocado con un pañuelo rojo no en homenaje a San Fermín sino a los colores del club que le paga. Un detalle premeditado con el que gana afectos en la grada...

El malestar de Gerrard es evidente. Discutió con Riise tras el tercer gol del Arsenal. Eso tuvo una respuesta radical por parte de Benítez, que no sacó del campo a Riise sino a Hyypiä, a quien de esta manera hizo responsable directo del gol de Gallas, que remató sólo a cuatro metros de la portería. El desencuentro entre Gerrard y Rafa se manifiesta en situaciones así. Pero no fue el único síntoma. Con el partido perdido algún jugador del Liverpool quiso borrarse. Pennant por ejemplo, que buscó la roja con una coz a Flamini. Al final, los reds no parecían un equipo, sino el ejército de Pancho Villa. Cada uno a lo suyo. Rafa tiene un problema en la cocina.