Él no habla cara a cara

Él no habla cara a cara

Sería mucho más fácil si Capello dijera: "Beckham no vuelve a jugar y punto". Como no deja de abrirle y cerrarle la puerta, se concluye que está tratando de un modo durísimo al inglés. Sugiere que su decisión es debida a otra lesión del futbolista. Falso: recibió un golpe en el último entrenamiento pero puede jugar. Afirmó el preparador que le vio con una bolsa de hielo. No es cierto: Capello no llegó a entrar al vestuario. Cuenta el italiano, en referencia a Ronaldo, que le gusta que le digan las cosas cara a cara. Hace cuatro días Capello pidió al inglés que se reuniera con él.

Ahí el italiano le dijo que llevaba dos semanas entrenando fatal. Beckham fue sincero: los dos días que usted me apartó del equipo lo pasé fatal, pero el resto del tiempo lo he dado todo en el entrenamiento. El inglés no ocultó nada: no entendía su decisión de dejarle fuera, de decírselo primero a la prensa (y no cara a cara), de seguir sin contar con él cuando todavía es jugador del Madrid. El que se escondió entonces fue Capello, que no supo responderle. A Beckham también le gustaría que le dijeran las cosas cara a cara. Sea valiente, señor Capello.