Aquellos buenos viejos tiempos....

Fue hace tanto tiempo que mi padre tenía dieciséis años. ¡La de veces que me lo habrá contado! España, aquí donde nos ven (nos vemos) fue la primera selección del Continente que ganó a los orgullosos profesionales ingleses. Fue el 15 de mayo de 1929, bajo un intenso calor, del que se quejaron los ingleses, así como del campo seco. Una tarde genial del genio de la época, Gaspar Rubio, valenciano él. Duró poco por su mala cabeza, pero fue un jugador de verdad grandioso. Y valenciano. Buena señal, ya que acudimos a Old Trafford con cinco valencianistas, medio equipo, para medirnos con los inventores.

Por aquellos tiempos ya remotos teníamos una muy buena Selección. Pero al Mundial de 1930, el primero, en Uruguay, no fuimos porque nos dio pereza. Del segundo, 1934, en Italia, nos echaron con trampas cuando nos cruzamos justamente con la Italia de Mussolini, que lo tenía todo atado y bien atado. Para 1938 estábamos en Guerra Civil. Aquel gran equipo se esfumó entre humos de bombardeo y viajes al exilio. Fue la gran oportunidad perdida de instalar la Selección como algo grato en el imaginario colectivo. A cambio de eso lo que se instaló, y ahí sigue, fue el recelo de una larga posguerra.

Duro sino el de esta Selección. La otra pesadilla la llama ya Tomás Guasch. En vísperas de este bello amistoso, en Old Trafford, ante los inventores, la comidilla ha sido otra vez el si dijo o no dijo Luis, que ha aprovechado el viaje para renovar su cartel en estas artes con un cante a Morientes, captado por Antena 3. De fondo estaba la cuestión Raúl, que evidentemente aún le rebulle por dentro al seleccionador. En fin, una atmósfera muy lejana a la de aquellos buenos viejos tiempos que yo no conocí, en el que este equipo tenía poder y prestigio. Tanto como para apagar el orgullo de los formidables pross.