Crecer siempre es aspirar a más

Crecer siempre es aspirar a más

Sería catastrófico para el Athletic que el proyecto del nuevo campo se confunda o mezcle con el actual socavón deportivo. Soy el primero en pensar que cuando termine esta pesadilla liguera, espero que en Primera, será el momento de coger el toro por los cuernos y tomar decisiones serias, abordar una planificación diferente, inclusive con fuerte riesgo económico. Jamás se me ha ocurrido ver segundas intenciones en el cambio de San Mamés por otro más moderno, cómodo, ambicioso... Una fuente de dinero clara, un asidero al que se pueda agarrar el herido Athletic para levantar el vuelo, para cobrar otra dimensión deportiva. Crecer siempre es aspirar a más. Y vale un simple dato: quince mil seguidores más estarán cada domingo en la grada.

Está claro que el espectáculo que ofrecen hoy en día nuestros leones no merece un coliseo superior, quizás ni es digno del actual. Pero el Athletic es este y el que sacó la gabarra. Tiempos nefastos y gloriosos, épocas de frustración y esperanza. Si el personal no sueña con un futuro mejor, apaga y vámonos. Este club nunca se ha distinguido por bajar los brazos, por sentirse inferior sobre el campo a nadie. Cuando cantidad de clubes, poderosos y no, han optado por la vía del nuevo campo, será por algo. No es, ni mucho menos, para enterrar la historia. El dolor que a todos nos supondrá dejar el actual San Mamés debe ser similar al de los aficionados del Arsenal cuando se derribó Highbury. Por no hablar de Wembley, un templo que ya ha sido suplantado.