Ya pasó el tiempo de crucifixiones

Ya pasó el tiempo de crucifixiones

Vale, ya se descargó la rabia, la impotencia por el ridículo defensivo en Santander. El diputado general y el alcalde, entre otros forofos sin muchos datos sobre lo que le sucede a esta plantilla, ya se han vuelto a despachar a gusto. Juegan con la ventaja de que al zarandeado Athletic se le hace muy difícil contestarles. Populismo barato. Voces críticas como las que seguimos día a día durante años al equipo también aireamos la impotencia individual y colectiva. No se duda del sudor, sino del fútbol. Llegando la Semana Santa, tiempo de crucifixiones, hay que empezar a cambiar de chip. Habrá que creer en un complicado triunfo ante el Valencia, mimar a nuestros jugadores, trasladarles confianza. Quien no crea en ellos que deje el carnet a otro o no vaya a La Catedral.

M e atrevo a augurar una victoria del Athletic el sábado. Sí, por qué no. Urzaiz, Etxebe, Aduriz, Iraola... ¿No hay argumentos para pensar que los levantinos son batibles tras la batalla que vivirán esta noche ante el Chelsea? Fijemos el duelo como una final. La ganaremos.