Su hambre es la receta del Atlético

Su hambre es la receta del Atlético

ARaúl García le rodea la aureola de los grandes jugadores. Debutó en un escenario sin igual, el Camp Nou, cuando apenas era mayor de edad y desde entonces no ha parado de crecer como futbolista. Fogueado en los altos hornos de Tajonar, al chico prodigio de la cantera osasunista no le ha importado rasgarse las vestiduras cuando el viento no ha soplado a su favor. Por ejemplo esta temporada. Nekounam y Puñal le cortaron el paso en el centro del campo rojillo y Raúl ha tenido que convivir con el banquillo. Sin rechistar, sin mostrar su malestar ante la Prensa, ha revertido esta situación con trabajo, sudor y dolores de tobillo que le han llevado a jugar infiltrado.

Como técnica y físicamente nadie duda de su calidad, esta madurez le convierte definitivamente en un futbolista muy goloso. A sus 21 años ya ha disfrutado de la UEFA, ha perdido una previa de la Champions, ha visto pasar unos Juegos Olímpicos con la Sub-21 y ha sonado para los más grandes. Es mucho, pero no es nada en el camino que aún debe recorrer. Esa ambición encaja perfectamente con el Atlético. Y es que Raúl sólo necesita un club tan hambriento como él.