"Fernando, vente con nosotros"

"Fernando, vente con nosotros"

El sábado por la tarde en Monza, el Mercedes de Fernando Alonso era virtualmente arropado por una nutrida multitud cuando se marchaba del circuito: "Fernando, vente a Ferrari. Ven en lugar de cualquiera de los dos inútiles que tenemos como pilotos y gana un campeonato con nosotros", le gritó un aficionado, sin bolígrafo en mano, pero con una bandera del 'Cavallino Rampante' sobre los hombros. Serio, con aspecto de entendido, no fue a buscar ni una foto ni un autógrafo. Nada de eso. Sólo fue y le dejó el mensaje, que realmente sonó a orden estricta. Entre tantos brazos y requerimientos, creo que el piloto español no lo pudo escuchar atentamente. Pero estoy seguro de que se dio buena cuenta de que en Italia hay mucha gente que le quiere.

Esos aficionados aún no habían visto lo peor de sus dos pilotos. La única carrera de F-1 que se disputará en Italia este año no tuvo el sabor Ferrari que se esperaba. Lo intuían los de rojo desde las pruebas de la semana anterior a la carrera, lo confirmaron el viernes, luego el sábado y mas tarde, en la carrera. Se jugaron todas las fichas a Raikkonen y su solitaria detención, pero les salió muy mal. Antes habían perdido por problemas de fiabilidad a uno de sus coches, el de Massa. Posiblemente, en ese momento se acordarían de Nigel Stepney, su traidor en el caso de espionaje, según ellos, y el hombre que se encargaba de mantener los más altos niveles de fiabilidad en el coche de Schumacher. ¿Se acordarán de él esta semana? Seguro. Y por varias razones...