Caparrós está como loco con él

Caparrós está como loco con él

Pablo Orbaiz vuelve a ser la referencia, la brújula futbolística del Athletic. Recuerdo las caras de la plantilla en la zona mixta del Bernabéu después de que cayese gravemente lesionado. "¿Ahora, cómo nos apañamos sin él?", confesó en voz baja un peso pesado del grupo. Mané pidió a Iván Campo, quien no llegó, y entre Murillo, Iraola y Javi Martínez han tenido que apechugar con un marrón de casi 300 días. Chapeau para el primero de ellos, por cierto, que cargó sin rechistar con el peso de las críticas por el juego. Orbaiz es el prototipo de futbolista que todo entrenador quiere tener en su vestuario. Hasta el Real Madrid pensó en ficharle siendo ya rojiblanco. Con el paréntesis de Clemente, quien planeó utilizarle como moneda de cambio para traer a Bilbao a Raúl García, ningún técnico ha pensado en construir el Athletic sin su apoyo. Tácticamente, es perfecto. Con y sin balón. Así que Caparrós no ha querido esperar más y ya le metió en el jardín ante el Zaragoza.

El utrerano está encantado, como loco, con el rendimiento que ofreció. Fue consciente ya desde el banquillo que quizás le exigió más minutos de los que podía dar, pero es que Orbaiz suple sus carencias físicas con el saber estar, facilita la circulación de balón con un simple giro sobre sí mismo. Había que verle salir de San Mamés después de la ducha, completamente derrengado. Una de esas imágenes que emocionan, que demuestran el compromiso de un pedazo de futbolista al que a veces se ha puesto en el disparadero por comentarios de taberna. Y miren que para nosotros, la Prensa, no es precisamente un chollo. En dos décadas de profesión, no he encontrado un tipo más cauto y escurridizo en las respuestas. Intriga entrevistarle, quizás algún día se suelte como en el campo.