Nos robaron un tercio del espectáculo

Nos robaron un tercio del espectáculo

Ayer, algunos espectadores del reciente GP de Japón tuvieron la confirmación que deseaban: se les va a devolver el importe del dinero que pagaron por su entrada, ya que la tribuna en la que estaban ubicados no alcanzaba la altura necesaria para ver con claridad los coches. En mi opinión, no sólo a ellos deberían haberles devuelto dinero. También deberían haber reembolsado una parte proporcional de la entrada al resto de espectadores, en relación a las vueltas que se dieron en pista tras el coche de seguridad. Es que ellos, que soportaron estoicamente el aguacero, vieron un espectáculo al que le quitaron casi un tercio de su valor. Unas vueltas para aclimatarse está bien, pero veinte fueron excesivas, tendrían que haberles dejado correr mucho antes. Millones de personas estaban esperando que se diera la salida de una carrera de coches, con los que son, supuestamente, los mejores pilotos del mundo.

Que la F-1 es un deporte muy especial y que tiene una parte importante de negocio lo saben todos. Que haya que velar por la seguridad de los pilotos también. Con los controles de tracción que aún existen, conducir bajo el agua no es tan problemático como antaño. Por eso, y porque el público quiere ver espectáculo, no debería haberse dejado tanto tiempo al coche de seguridad en el asfalto. Muy probablemente hubiésemos visto la misma cantidad de salidas de pista. Con menos experiencia sobre ese tipo de suelo, eso sí, hubiesen ido mejor aquellos pilotos a los que mejor se les dan este tipo de condiciones.